La Educación es un fenómeno muy amplio que transmite diferentes saberes y adopta diversas formas en cada época y sociedad. Por tanto es válido decir, que la educación es una práctica social que implica una acción, es un fenómeno necesario para los seres humanos, que expresa universalidad, y al mismo tiempo relaciones de poder y una práctica histórica.
Un profundo cambio pedagógico y social acompaño el pasaje del siglo XIX al XX: la expansión de la “Escuela” como forma educativa hegemónica en todo el globo. Durante este período, la mayoría de los países del mundo legisló su educación básica y la volvió obligatoria.
En su momento la Escuela Tradicional representó un cambio importante en el estilo y la orientación de la enseñanza, sin embargo, con el tiempo se convirtió en un sistema rígido, poco dinámico y nada propicio para la innovación.
Hoy, inmersos en una Era de la información, caracterizada por los continuos avances científicos-tecnológicos y por la tendencia a la globalización económica y cultural. Contando con una difusión masiva de la informática y los medios audiovisuales de comunicación en todos los estratos sociales y económicos. Exigiéndonos que nuestra educación sea permanente. Es necesario promover y fortalecer los lasos de comunicación, compromiso, cooperación y continua negociación entre todos los estamentos que intervienen en el proceso educativo. Es evidente a nuestro entender, que hoy vivimos en un momento de crisis, y debemos pensar a la escuela no como un fenómeno natural y evolutivo[1], sino histórico y contradictorio, como una de las tantas, y no la única, opción posible de educación.
1. La relación saber-poder
Según Silvia Gvirtz la educación es un fenómeno socialmente significativo que posibilita la reproducción y la producción social. Pero al mismo tiempo, implica un problema de poder. Entendiendo a éste como la capacidad de incidir en la conducta del otro para moldearla. Desde esta perspectiva podemos decir que la Democracia es una de las formas en el que el poder se constituye y se ejerce diariamente, de una manera dinámica y contradictoria...
En la enseñanza entran en juego varios factores, el poder y las identidades entran en juego como parte de una concepción más amplia de la vida social. Por tanto, el docente debe ejercer su poder con respeto y de una forma democrática flexible, y con un amplio compromiso con su función social, utilizando todos los recursos posibles. Es importante para este fin el desarrollo profesional del profesorado, así como la optimización de recursos.
2. La teoría pedagógica en el trabajo docente
La práctica de enseñar requiere multiplicar la curiosidad (estudiar, indagar, buscar, coleccionar...) en pos de promover y celebrar un vicio necesario, el cual ha sido, es y seguirá siendo, la curiosidad. Es a través de esto, que es posible potenciar las relaciones de enseñanza y desarrollar un aprendizaje recíproco y cooperativo (Docente- alumno y entre pares).
Creemos que las teorías deben estudiarse, y a través de ellas promover la curiosidad, operando con la pedagogía. Y esta debe ser estudiada como un sitio de dialogo y conflicto. Resaltando la importancia y las relaciones de la enseñanza, el aprendizaje, el deseo y el poder, como partes de un conjunto narrativo directamente concerniente a qué clase de futuro se quiere construir... enmarcándolo en un currículo, que potencie aquellos aspectos que más incidencia pueden tener para la integración social de los alumnos.
Cuando hablamos de innovación educativa debemos tener en claro que se trata de cambios concretos para modificar determinados aspectos. Un cambio cualitativo en la práctica Educativa, debe ser considerado como un procesos, que lleva su tiempo. No se debería olvidar, que para llevar adelante cualquier cambio el docente debe primero estar convencido y segundo capacitado, para sentirse más seguro y así ser capaz de llevarlo a cabo.
En el desempeño cotidiano, consideramos que un buen profesor reflexiona, adapta, afina, recrea, actualiza lo que había aprendido para que sea apropiado en su salón de clase. Para eso él tiene que desarrollar su creatividad, buscar no solo información, sino profundizar y analizar críticamente su acción y visión pedagógica. Para lograr ser un medio apropiado para que los alumnos descubran el conocimiento y desarrollen sus talentos y habilidades.... Por lo consiguiente, enseñar es tanto arte como ciencia.
Como docentes y/o futuros profesores, tenemos la responsabilidad de formar a las futuras generaciones y prepararlos para las sociedades modernas, queda en nosotros agotar todos las estrategias, recursos y medios para que así sea.
Fuente:
Silvina Gvirtz, Silvia Grinberg, Victoria Abregú (2007). La Educación, ayer, hoy y mañana. El ABC de la pedagogía. Editorial Aique.
Pablo Pineau, Inés Dussel y Macelo Caruso. La Escuela como Maquina de Educar, Tres escritos sobre un proyecto de la modernidad. Editorial Paidos.
Estanislao Antelo. Instrucciones para ser profesor, pedagogía para aspirantes, Capitulo II. Editorial Santillana
[1]“...Una buena cantidad de autores se han preocupado por explicar este fenómeno, desde aquellos trabajos que consideran los términos “escuelas”, “maestro” y “pedagogía” como conceptos “naturales” surgidos espontáneamente del desarrollo lógico de la educación en tanto consecuencia directa del desarrollo evolutivo lineal de la humanidad...”, Expresado en el texto de Pablo Pineau, Inés Dussel y Macelo Caruso.”La Escuela como Maquina de Educar, Tres escritos sobre un proyecto de la modernidad. Editorial Paidos.
La Educación y Nosotros...
Publicado por Grupo en 13:39
0 comentarios:
Publicar un comentario