Jesús Martín-Barbero (Ávila, España). Es doctor en filosofía de la Universidad de Lovaina e hizo un posdoctorado en antropología y semiótica en París. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: Comunicación masiva: discurso y poder (1978), De los medios a las mediaciones (1987 y 1998), Televisión y melodrama (1992), Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos (1995), Mapas nocturnos (1998), Los ejercicios del ver (2000) y Oficio de cartógrafo (2002)........
El lugar de la cultura en la sociedad cambia cuando la mediación tecnológica de la comunicación deja de ser meramente instrumental para espesarse, densificarse y convertirse en estructural, pues la tecnología remite hoy no sólo a la novedad de unos aparatos sino a nuevos modos de percepción y de lenguaje
«Lo que ha cambiado no es el tipo de actividades en que participa la humanidad, lo que ha cambiado es su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza productiva directa lo que distingue a nuestra especie como rareza biológica, eso es, su capacidad de profesar símbolos»
. DESUBICACIÓN DE LOS SABERES La «crisis de identidad» del conocimiento en una sociedad de la información se halla ligada estructuralmente a la sociedad de mercado, pues es de éste de donde proviene la dinámica de fondo a la que responden el valor y el modo actual de producción y circulación del conocimiento
DESCENTRAMIENTO Y DISEMINACIÓN Desde una perspectiva histórica encontramos que el conocimiento está pasando a ocupar el lugar que tuvieron, primero la fuerza muscular humana y después las máquinas. Lo que introduce dos cambios estratégicos: el descentramiento y la deslocalización / diseminación de los saberes
Descentramiento significa que el saber se sale de los libros y de la escuela, entendiendo por escuela cualquier sistema educativo desde la primaria hasta la universidad. El saber se sale ante todo del que ha sido su eje durante los últimos cinco siglos: el libro. Un proceso que no había tenido casi cambios desde la invención de la imprenta sufre hoy una mutación de fondo, especialmente con la aparición del texto electrónico. Que no viene a remplazar al libro sino a descentrar la cultura occidental de su eje letrado, a relevar al libro de su centralidad ordenadora de los saberes.....
Segundo, deslocalización / destemporalización: los saberes escapan de los lugares y los tiempos legitimados socialmente para la distribución y aprendizaje del saber. Desde los faraones hasta los señores feudales, «la morada de los sabios» o estaba cerca del palacio / castillo o se comunicaban entre ellos secretamente. Y también el tiempo de aprender se hallaba acotado a una edad, lo que facilitaba su inscripción en un lugar y su control vital
No es que el lugar escolar vaya a desaparecer, pero las condiciones de existencia de ese lugar se están transformando radicalmente no sólo porque ahora tiene que convivir con un montón de saberes-sin-lugar-propio, sino porque el aprendizaje se ha desligado de la edad y ahora se ha tornado continuo, esto es, a lo largo de la vida
. El valor del trabajo se divorcia así también del largo plazo y el largo tiempo de la solidaridad, para ligarse a una creatividad y una flexibilidad uncidas a la férrea lógica de la competitividad. ............
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